RABIETAS
Son comportamientos destructivos e indeseables en respuesta a deseos o necesidades no satisfechas o arrebatos emocionales cuando no se le permite al niño hacer o tener algo que el desea. También corresponden a la incapacidad para controlar las emociones debido a una frustración y dificultad para expresar una necesidad o deseo particular.
Las rabietas o "berrinches" son comportamientos naturales durante el desarrollo de la primera infancia. A medida que los niños aprenden a separarse de sus padres, es decir, cuando aprenden que son seres aparte, tienen una tendencia normal y natural a afirmar su independencia. Este deseo de control a menudo se manifiesta diciendo "no" frecuentemente y teniendo rabietas que se combinan con el hecho de que el niño puede no tener el vocabulario para expresar adecuadamente sus sentimientos.
Las rabietas generalmente comienzan entre las edad de 12 a 18 meses, alcanzando su punto máximo entre los 2 y 3 años, disminuyendo rápidamente hasta la edad de 4 años después de la cual casi no se deben volver a presentar. El hecho de estar cansado, hambriento o enfermo puede hacer que las rabietas empeoren o se vuelvan más frecuentes, por lo que se recomienda asegurarse que el niño coma y duerma en las horas acostumbradas. Si el niño ya no hace la siesta, aún es importante tener algún tiempo de reposo. El hecho de acostarse durante 15 a 20 minutos o descansar al lado de sus padres mientras leen cuentos juntos en momentos regulares del día puede ayudar a prevenir las rabietas.
Cuando el niño tiene una rabieta fuerte, es importante que los padres permanezcan calmados. Ayuda el hecho de recordar que éstas son comportamientos normales y que no son culpa de los padres, ni tampoco las personas se pueden considerar malos padres o los niños malos niños por este hecho. El hecho de gritar o golpear al niño sólo empeora la situación. Una respuesta y atmósfera calmadas y pacíficas, sin "ceder" o romper con las reglas establecidas, reducirá el estrés y hará que todos se sientan mejor. No se debe olvidar que los niños imitan el comportamiento. También se puede intentar distraer la atención del niño hacia actividades que le gusten o tratar de poner una cara graciosa. Si los padres no están en la casa durante la rabieta, se recomienda llevar al niño a un lugar tranquilo como el carro o un baño, manteniéndolo a salvo hasta que la rabieta haya terminado.
Otros métodos para tratar de prevenir las rabietas pueden ser:
Utilizar un tono animado al solicitarle al niño que haga algo, haciendo que suene como una invitación, NO una orden. Por ejemplo, "si te colocas el mitón y el gorro, podrás salir a jugar con tus amigos".
Hacer valer las reglas. En otras palabras, no pelear con relación a cosas sin importancia como qué zapatos debe usar el niño o si se deba sentar en la silla alta o en el asiento auxiliar. La seguridad es lo que realmente importa, como no tocar una estufa caliente, mantener abrochada la silla del carro, no jugar en la calle, etc. Como lo expresa la Academia Estadounidense de Pediatría(American Academy ofPediatrics) "mientras el niño que comienza a caminar o el niño de preescolar esté diciendo 'no' a todo..., los padres deben decir "no" sólo unas cuantas veces al día, cuando sea absolutamente necesario".
Se recomienda ofrecer alternativas cuando sea posible. Por ejemplo, se puede permitir que el niño decida qué ropas usar, los cuentos que desea leer, etc. Si el niño se siente independiente en muchas áreas, es más probable que acate las reglas cuando son obligatorias. NO se deben ofrecer alternativas que no existan realmente.